martes, 17 de julio de 2007

A vista de pájaro

Hace 2 días Alex y yo fuimos a Empúria Brava para cumplir algo que teníamos pendiente desde hacía un mes: saltar en paracaídas a 4000 metros.
El plan surgió a raíz de nuestro 30 cumpleaños, decidimos que era excusa suficiente para hacer algo así, que es una de esas cosas que haces una vez en la vida y bla, bla... La cosa no parecía tan grave, al fin y al cabo se trata de saltar atado a un tío que se encarga de que no te estampes contra el suelo.

No hay requisitos especiales, tener una salud aceptable y no pesar más de 100kg. Ah! Y tener como mínimo 180€, conviene tenerlo en cuenta si os lo estais planteando. Cuando llegamos nos hicieron firmar, eso sí, una declaración conforme eximíamos de toda responsabilidad a la empresa, y donde aceptas que no es 100% seguro, con lo cual los nervios empiezan a aflorar, en mi caso, en forma de risita histérica.

A continuación, un monitor nos llamó para darnos un par de instrucciones, como la posición que hay que mantener y cosas así. Una vez te han explicado el proceso te piden que esperes tu turno, y que enseguida te llamarán para saltar. En esos momentos me planteaba seriamente mi decisión; "qué necesidad hay? realmente me apetece pasar por esto?" Al cabo de un rato se me acerca un chico y me dice:

-"el número 49?"
-(horror! es mi número! demasiado tarde Carol, a lo hecho pecho.)"Sí", le digo con la risa nerviosa.

Me dice que se llama Mira y que va a ser mi tandem en el salto. A partir de aquí empieza el cachondeo con Alex. Que si no se le ve motivado, que si tiene cara de depresivo... y para más inri me suelta con cara de agobio que el fin de semana hay demasiado trabajo. El tandem de Alex es australiano y se llama Steve. Es más alegre que Mira, el punto negativo es que no habla español.

Nos llevan para el avión y aquí empieza lo bueno. El trance de espera hasta alcanzar los 4000m es el peor, aderezado por las bromitas de los monitores referentes a la juerga de la noche anterior, que no han pegado ojo, con lo que los reflejos ese día están en servicios mínimos. Llega el momento, te acoplas literalmente al tío que lleva el paracaídas, intercambias la frase "buen salto" con los demás como si fuera un tantra y te lanzan en plan hombre bala desde la puerta. ÉSE es el momento cumbre (nunca mejor dicho). Un minuto de caída libre a 200km/h, con adrenalina pero sin pasarse. No sufres, lo disfrutas. A partir de ahí se abre el paracaídas y a modo de columpio bajas en 3 o 4 minutos.

Os dejo con el vídeo del salto de Alex, yo opté por no pagar los 80€ que te piden por el cámara, así que viéndole a él os podeis imaginar que yo hice lo mismo.

4 comentarios:

  1. Hola Carol,

    Enhorabuena por el blog.

    Debe ser emocionante saltar con paracaídas. Se lo voy a proponer a Sandra, mi mujer, a ver si me deja. Quizás, aumentando la indemnización del seguro de vida previamente será más fácil que me deje saltar.

    Saludos.

    Martín Hurtado

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  2. Jo, que guay, al final conseguiste lo del salto en paraicadas. Enhorabuena .. y tambien por el blog.

    Besos

    Miquel

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  3. ey, hola bonika!!
    sabes que justo este lunes también vi un salto en paracaídas... era de mi jefe que para su 40 cumple le regalamos uno!! también en ampuria brava este finde!! que casualidad, no?? tiene que estar super guapo, excitante y adrenalítico a tope!!!
    muy bien el blog, me gusta el nombre....
    oye te paso el link del mío que es medio chorra pero de vez en cuando le cuelgo algo...
    bsitos...
    http://vectorizame.blogspot.com/

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